El miedo de ser

Vivimos con miedo. Miedo a que nos miren, miedo a hacer el ridículo, miedo a ser menos que el resto, miedo a no ir a la última, miedo a quedarnos obsoletos o simplemente miedo a no avanzar al ritmo que nos marcan. Miedo a no ser el centro de atención, miedo a no hacer nada, o a hacer demasiado, miedo a lo nuevo, a la vez que miedo a ser relacionado con lo antiguo. Reside dentro de nosotros un miedo constante, porque también tenemos miedo a que nos vean con la persona menos apropiada en el momento menos adecuado, miedo a actuar sin la aprobación del resto, miedo a perder, incluso miedo a intentar ganar... En definitiva, vivimos con miedo a lo que piensen de nosotros, con miedo a sentirnos avergonzados, porque no somos lo que el resto espera que seamos. Pero... ¿para eso estamos aquí? ¿Para sentir miedo de nuestros actos? ¿Para vivir en la eterna inseguridad? No importa nada más, no importa lo que nos espera o lo que nunca ocurrirá si vivimos con ese miedo, porque lo jodidamente absurdo es que tenemos miedo a... ¿a qué? ¿A ti? ¿A mí? ¿A nosotros? ¿A ellos? Me pregunto ¿Cómo es posible? Si todos somos iguales, nadie es más que el resto, nadie tiene el poder para castigar o aprobar aquello que hacemos. ¿Sabéis una cosa? Las grandes personas son aquellas que se han despojado del miedo, las personas que viven su vida, las personas que quizá obraron mal anteriormente, pero lo reconocieron y salieron adelante y ahora no tienen miedo a la reprobación, las personas de verdad... ¿Pero sabéis qué es lo realmente bueno? Que la puerta siempre está abierta, nadie te encierra dentro del miedo. Cualquiera se puede librar de él... ¿Tú? ¿Yo? ¿Nosotros? Sí ¿por qué no?

La vida está para vivirla con ambición, estando orgullosos de lo que somos. El día que nuestras vidas se rijan por las miradas y palabras absurdas de los demás habrá llegado la hora de decir que no valió la pena vivir, pero de momento, mientras queden personas ajenas al miedo, me limitaré a admitir que vivir nuestra vida es, simplemente, la forma más fácil de alcanzar nuestros propios sueños.


HxnC

Reflexions breus XIII: varies (I)

Després de tres mesos sense escriure, torne hui amb un grapat de noves reflexions. Reflexions diferents que no estan relacionades entre sí, però que cadascuna ha sorgit del meu cap en moments clau i puntuals. Esta vegada són més curtes que en anteriors ocasions, perquè de vegades, poques paraules enunciades magistralment poden suposar més que qualsevol escrit d'infinites pàgines.

"Quan deixes de témer l'arribada de qualsevol final, significa que allò pel que abans sospiraves ara ha perdut el seu sentit."

"Tan precís és aplegar a temps com saber marxar a l'hora exacta."

"La insistència desmesurada és, quasi sempre, la manera més dolenta de renunciar."

"Quan tot s'acabe, no importarà allò que digueres, perquè sols recordaràs aquelles coses que ja mai podràs dir."

"Endolceix o dramatitza un final, segur que quan el tornes a recordar continuarà sent simplement això, un final."


HxnC