El destino depende del cambio

Últimamente no tengo ganas de escribir. Dentro de mí hay un vacío, un vacío que no se llena y que se pregunta qué hago aquí y el porqué. Dudas existenciales que me hacen reflexionar si vale la pena dejarse llevar o seguir luchando por algo, por construir un plan de futuro, por edificar en el presente un porvenir que no sé a ciencia cierta cómo será. Cada palabra que aquí y ahora queda plasmada me cuesta una eternidad, también me pregunto si vale la pena seguir malescribiendo este blog o desistir en la escritura de artículos que se perderán en la red. Cada día me acuesto pensando en que acaba otro día, pienso que otras 24 horas mueren sin ambición en un mundo trastornado en el que nada parece regirse por cánones racionales. Personas con licencia para hablar de otros sin respeto, países con derecho a establecer reglas a otros, conflictos entre poblaciones que sólo llevan a la desgracia, catástrofes naturales a modo de rebelión de la Tierra que maltratamos, medios de comunicación que tergiversan la realidad y construyen la verdad sobre unos cimientos de mentiras... ¿Vale la pena seguir? Difícil conciliar el sueño ante tan poco esperanzador sino, y no sólo hablo del mío, también del de la humanidad. Son años y años de maltratos y engaños sobre la Tierra, de calumnias y falsas creencias que dinamitan la mente de los humanos para controlarlos más fácilmente. Nos adentramos en una década crucial para el futuro de la humanidad, y yo seguiré adelante con mis ambiciones un poco más, luchando por alcanzar metas, pero el tiempo se nos acaba, a mí y a todos, el planeta no espera a nadie, y cuando diga basta todo finalizará. Así que, como buenos habitantes del mundo que ofrece sentido a nuestras vidas, alarguemos nuestra existencia, cuidemos lo que importa, seamos mejores personas y convivamos sin conflictos. En fin, estoy falto de sentido y falto de ideas, gracias por leer esto, si es que alguien lo lee, porque es complicado de entender. Espero que la razón vuelva en próximas actualizaciones. Un abrazo.


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