La insignificancia de los humanos

Ayer la naturaleza volvió a hacer gala de su podería y dejó, una vez más, a los humanos ridiculizados y a su merced. Japón sufrió los efectos de una devastador terremoto que fue la antesala de un tsunami sin precedentes en esta gran potencia asiática. Nosotros los humanos, no sólo los japoneses, nos hacemos creer que podemos dominar todo lo que se nos antoje, que tenemos la capacidad de manejar cualquier situación adversa y que con nuestras gigantes insfraestructuras podremos domesticar al medio ambiente y la naturaleza. Pero no es así. En el día de ayer vimos imágenes desoladoras, coches que parecían arrastrados por el mar como si de hojas se tratasen, casas que vagaban a la deriva por ríos que antes eran calles... No obstante, sí que es cierto que la raza humana es capaz de minimizar los impactos de las catástrofes naturales, de hecho, la gran preparación de Japón frente a estas catástrofes hizo que la cifra de muertos fuese mucho menor de lo que podía haber sido en cualquier otra región del planeta.

Al margen de todo lo anterior, este breve blog lo escribo para recapacitar sobre la pequeñez de los humanos y el respeto hacia la naturaleza. Es cierto que el tsunami de Japón no fue provocado directamente por el hombre, pero nuestro comportamiento en las últimas décadas ha hecho aumentar el número de catástrofes medioambientales en la Tierra, además, si bien el maremoto no es culpa directa del hombre, si que lo es el desastre que una fuga radioactiva en Fukushima pueda suponer. Y es que ya se sabe, la naturaleza puede ser peligrosa, pero combinada con el hombre su efecto devastador se multiplica por diez. Por ello, debemos ser más cuidadosos y respetuosos con nuestro entorno y medio, porque nunca se sabe qué día nos devolverá nuestras faltas de consideración en forma de desastre natural, y todos sabemos que ante una rebelión de la naturaleza sólo podemos mirar, callar y pagar nuestros actos irresponsables.


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La suerte da la espalda a Luis Alberto Marco

Hoy se disputaban en París la mayoría de las finales de los Europeos de ateltismo en pista cubierta. Sobre las cuatro menos veinte había una cita obligada delante del televisor para los amantes de este deporte: la final de 800 metros. Se daban cita dos sevillanos que pueden marcar un antes y un después en esta prueba, y la carrera empezaba siguiendo con el guión que parecía establecido: uno de ellos, Luis Alberto Marco, tiraba del grupo igual que en tantas otras ocasiones ha hecho, y Kevin López, el segundo crack en discordia, aguardaba a la cola del pelotón esperando a que llegase la última vuelta para pegar un gigantesco latigazo en forma de sprint demoledor. Así pues, la carrera se adentraba en la tercera y penúltima vuelta, cuando Marco, previsible ganador de la prueba, ha caído al suelo perdiendo todas sus opciones de medalla y cerrando de forma desgraciada su temporada de pista cubierta. El atletismo es un deporte muchas veces cruel y en pocas ocasiones agradecido, y en este caso ha sido malvado con Luis Alberto. Los que estamos mínimamente metidos en esta disciplina deportiva sabemos cuanto cuesta alcanzar nuestros objetivos y somos conscientes que puede darse la posibilidad de que nunca los alcancemos, por eso, el revés sufrido hoy por este joven sevillano cuando tenía tan cerca la posibilidad de obtener una medalla es un palo durísimo que seguramente le cueste superar. No obstante, lo bello que tiene el atletismo es ese afán de superación que todos atesoramos dentro y que nos hace levantarnos una y otra vez en busca de nuevos retos, el mismo afán que el gran Luis Alberto estoy seguro que va a demostrar para rehacerse y brindar nuevas alegrías a aquellos que le seguimos, que lo hemos visto correr en directo y que hemos disfrutado con sus maravillosas carreras.

Al final la prueba se ha saldado con un brillante tercer puesto de López, al que desde aquí quiero felicitar, y con lágrimas en los ojos y la rabia contenida de Marco cuando ha cruzado la línea de meta lejos de sus adversarios, rabia que, a buen seguro, le va ayudar a mejorar y a superarse en la próxima para demostrar quién es. Ánimo Luis!!!


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31º Maratón de Valencia 2011

Hace unas semanas me preguntaron si podía asistir a la grabación de un spot publicitario y promocional de la Maratón de Valencia 2011. Dado que nunca he estado en ningún tipo de grabación, acepté la invitación. La verdad es que no salgo mucho en el anuncio, pero en fin, siempre debe haber alguien que haga de bulto. Por otro lado, y al margen de las diferencias que tengo con la organización al haberse, a mi parecer, bajado los pantalones ante el ayuntamiento, y haber permitido que éste cambiase la fecha de celebración de este evento deportivo, que durante sus 30 años se llevaba celebrando en el mes de febrero y que ahora tendrá lugar en noviembre, considero que este vídeo de promoción es bastante bueno, aunque algo típico. Aquí está:





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